Mientras duró la guerra fría, los Estados Unidos y la ex Unión Soviética competían, ya sea con el espionaje, las armas de destrucción masiva o el dominio del espacio exterior. Aquella potencia que ganara esta “carrera” demostraría su poderío y su superioridad sobre la otra. Desde 1957 la URSS llevaba la ventaja. Primera en poner en órbita un satélite artificial –el Spútnik-; primer ser vivo al espacio exterior -la perra Laika-; el primer cosmonauta -Yuri Gagarin-; primer aterrizaje en la Luna -Lunik 2-; primeras imágenes de la superficie lunar.
Como respuesta, los norteamericanos lanzaron el Vanguard I, total fracaso filmado, ya que el lanzador se desbarató a pocos metros del suelo. Ya desmoralizados ante la inminente derrota y, motivados por el Presidente John F. Kennedy, quien promete concentrar su esfuerzo y recursos para enviar al primer hombre a la Luna, utilizan la carrera espacial como método para desviar la atención del fracaso de la guerra de Vietnam, la cual ya había cobrado más de 50,000 víctimas entre soldados y campesinos.
Dicen las malas lenguas que se preparó un set de filmación para que, en caso de que la transmisión con Armstrong se viera interrumpida, no pasar otra vergüenza nuevamente. En la actualidad la NASA no desea aclarar las dudas respecto al viaje del Apolo 11, por eso hay tantas sospechas. Si realmente se realizaron estas misiones espaciales. Si el aterrizaje de Armstrong es falso, si los astronautas permanecieron en la Luna 21 horas en lugar de 3 días como estaba programado. Estas dudas suponen varias inconsistencias, como el tiempo que transcurrió desde el aterrizaje hasta el “paseo” por la Luna, el cual se resumió a 7 horas. Los astronautas en sus comentarios decían no estar seguros que la superficie lunar soportase el peso de ellos, ¿acaso no era más pesado el módulo lunar con ellos dentro? Hasta ahí serían hipótesis, pero las pruebas fotográficas también nos llenan de dudas: No se ven estrellas y las banderas ondean a pesar de la ausencia de viento en la Luna. Tras analizar estas imágenes, surgieron dos fuertes teorías apoyadas por conocidos autores sobre el tema, Bill Kaysing y Ralph René.
Teoría del engaño: Promueve un fraude total, nadie pisó la Luna en la década de los sesenta, y fuimos estafados. Todo era una trampa de los medios y el gobierno estadounidense para demostrar superioridad ante la ex Unión Soviética. Esta hipótesis ganó credibilidad cuando Bill Kaysing, quien trabajó como redactor técnico de la NASA entre 1956 y 1963, dijo que se hizo un estudio de viabilidad para saber si era posible hacer lo que el Presidente Kennedy había prometido, que arrojó como resultado un 0.0017% de posibilidades de colocar a un astronauta en la superficie del satélite gris, debido a la primitiva tecnología de aquella época. La misión del Apolo 11 era un suicidio.
Los que abonan a esta teoría indican la ausencia de las estrellas en las fotos tomadas, y aseguran que son secuencias filmadas en el desierto de Nevada, a 150 kilómetros de Las Vegas. La NASA responde que su brillo es muy tenue para ser captadas por el diafragma de la cámara, la cual estaba preparada para tomar fotos al traje blanco de los astronautas en la superficie reflexiva de la Luna. Si bien la explicación parece válida, un fotógrafo experto sabrá que con el uso de esas lentes la imagen pierde nitidez, cosa que no sucede en ninguna fotografía incluso se puede ver con todo detalle la palabra "UNITED STATES" en la bandera estadounidense en partes que con una sola fuente de luz, el Sol, deberían aparecer como una zona sombreada
Teoría del Montaje: El hombre llegó a la Luna, pero las comunicaciones, fotos y grabaciones realizadas eran de muy baja calidad por lo que se decidió mostrar las grabaciones falsas que se habían realizado en la Tierra.
Luego se encuentran otras teorías un tanto más descabelladas e imposibles de comprobar como la que dice que las fotos realizadas mostraban OVNIS y estructuras lunares alienígenas, por lo que la NASA no querría divulgarlas, -aunque hay reportes de la comunicación entre los astronautas y la base de control Tierra, en los que afirmaban ser vigilados por OVNIS-.
Lo cierto es que: Es imposible, por la falta de viento, que una bandera ondee como se ve en las fotos; las sombras en las mismas no son paralelas -lo que hace pensar en varias fuentes de luz-cuando deberían ir todas en la misma dirección ya que a la Luna sólo el sol la ilumina; fotos de distintos lugares con los mismos accidentes geográficos.Y lo más importante: Si el Apolo 11 logró su cometido, ¿por qué luego se suspendieron los vuelos tripulados a la Luna? ¿Por qué la mayoría de los técnicos y científicos más importantes de este proyecto renunciaron a principio de los setenta?
Jamás sabremos la verdad, pero de algo debemos estar seguros: la amistad es uno de los más hermosos dones que tiene el hombre y no debería estar asociada a lo que, probablemente, es uno de los fraudes más grandes de la historia.
Marta Pascual
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