Para la cartera de la dama y el bolsillo del caballero ...
http://www.sendspace.com/file/13kajs
Hasta el próximo jueves!
((( ( Sin Alternativa ) )))
domingo, 26 de abril de 2009
viernes, 17 de abril de 2009
Sin Alternativa !!!
Si te perdiste el programa de ayer ... acá lo tenes!
http://www.sendspace.com/file/pgicuh
Contamos con la presencia de Ariel Olivieri de El Trébol, quienes se estarán presentando esta noche a las 23 horas en el Cafe de la Flor junto con La Ferroviaria.
Hasta la semana que viene!
http://www.sendspace.com/file/pgicuh
Contamos con la presencia de Ariel Olivieri de El Trébol, quienes se estarán presentando esta noche a las 23 horas en el Cafe de la Flor junto con La Ferroviaria.
Hasta la semana que viene!
martes, 7 de abril de 2009
EL OTRO MURO
Como si nunca hubiera pasado. Como si no se los hubiera condenado en forma suficiente. Berlín, Estados Unidos, Palestina, Río de Janeiro y ahora entre San Fernando y San Isidro, en la provincia de Buenos Aires. Con 3 metros de alto de puro cemento y algunas rejas – para que se ventile ¿viste?- se levanta este nuevo muro de la vergüenza. No divide posiciones políticas, ni razas, ni credos. Divide clases sociales, pobres y ricos.
Dicen que por ahora son tres cuadras pero que llegarán a diez. Dicen que cuando se termine la inseguridad, será demolido. Dice Posse, intendente de San Isidro, que se trata de evitar la circulación directa entre ambos barrios. Nada de lo que se diga será suficiente para justificar este nuevo método de discriminación, este ghetto disimulado.
Mientras no tomemos conciencia que esta bendita inseguridad es el resultado de años de joda –como los 90-, de abismos entre los ingresos de los que más tienen y los que menos ganan, de falta de políticas claras y precisas a favor de la educación y la salud, de generación genuina de empleo, de patria sojera y financiera; serán muchos más, probablemente, los muros que se levanten, al igual que se izaron para tapar la vergüenza gubernamental de las villas en el Mundial 78.
Es hora de empezar a pensar en la inseguridad del trabajo precario, el calvario de las enfermedades que requieren tratamientos caros, de los dobles mensajes que nos dicen, por ejemplo, que es más redituable manejar un colectivo que educarse para la docencia – los colectiveros ganan casi tres veces más que los maestros- ya que es esa la inseguridad por la debemos luchar y derrotar. Esa es la inseguridad que no se detiene con ningún muro.
Dicen que por ahora son tres cuadras pero que llegarán a diez. Dicen que cuando se termine la inseguridad, será demolido. Dice Posse, intendente de San Isidro, que se trata de evitar la circulación directa entre ambos barrios. Nada de lo que se diga será suficiente para justificar este nuevo método de discriminación, este ghetto disimulado.
Mientras no tomemos conciencia que esta bendita inseguridad es el resultado de años de joda –como los 90-, de abismos entre los ingresos de los que más tienen y los que menos ganan, de falta de políticas claras y precisas a favor de la educación y la salud, de generación genuina de empleo, de patria sojera y financiera; serán muchos más, probablemente, los muros que se levanten, al igual que se izaron para tapar la vergüenza gubernamental de las villas en el Mundial 78.
Es hora de empezar a pensar en la inseguridad del trabajo precario, el calvario de las enfermedades que requieren tratamientos caros, de los dobles mensajes que nos dicen, por ejemplo, que es más redituable manejar un colectivo que educarse para la docencia – los colectiveros ganan casi tres veces más que los maestros- ya que es esa la inseguridad por la debemos luchar y derrotar. Esa es la inseguridad que no se detiene con ningún muro.
Marta Pascual
jueves, 2 de abril de 2009
Duelo sin Memoria
La semana pasada hablamos del golpe de estado de 1976 y sus implicancias históricas, sociales y políticas.
Hoy es jueves dos de abril y, como un juego cronológico, vamos a hablar de la Guerra de Malvinas. Enfrentamiento que mostró una faceta más de la crueldad e impunidad con la que se mueven los militares en el poder y sus cómplices civiles.
“A veces, como prisioneros de guerra, los ingleses nos trataban mejor que nuestros superiores”, aseguraron en diversas ocasiones los ex combatientes, de los cuales muchos padecieron torturas por parte de los jefes militares argentinos en las islas.
Pibes. Eran eso: pibes. Muchos del interior olvidado, hambriento, inocente. Y los llevaron a una guerra, los aislaron de la solidaridad del pueblo y los transformaron luego en locos, mendigos, suicidas…
Muchos dicen que ellos, los que sufrieron, murieron y son sistemáticamente olvidados por gobiernos de turno, nos devolvieron la democracia. Se afirma que a los milicos desgastados, ya no les quedó otro camino que llamar a elecciones.
Y así vino la presidencia Raúl Alfonsín, que murió el martes a las 20.30. Otra pieza más en este juego cronológico de la historia. La Presidenta desde Londres, en vísperas de otro aniversario del desembarco en Malvinas, decretó los tres días protocolares de duelo nacional. Tres días que impidieron realizar la jornada en la que los Ex Combatientes decidieron apaciguar la angustia convocando a un recital. Recital en reclamo de la soberanía de hoy y siempre sobre nuestros recursos, sobre nuestro futuro. Recital en el Monumento a la Bandera que defendieron, con el pueblo del cual los aislaron.
Pero no pudieron. El duelo nacional los obligó a encerrarse otra vez en sí mismos para recibir el recuerdo del día que les cambió la vida. No hubo bandas, ni reclamos. No hubo aplausos ni acompañamiento. Un vez más, los ex combatientes de Malvinas sufren las insensateces del gobierno de turno. Hoy por el supuesto padre de la democracia, los hijos de la dictadura quedaron otra vez solos, viendo como el reloj marca la llegada de un nuevo dos de abril. No hubo recital. No hubo pueblo. Hubo duelo. Y no por ellos.
Por Sofía Alberti
Hoy es jueves dos de abril y, como un juego cronológico, vamos a hablar de la Guerra de Malvinas. Enfrentamiento que mostró una faceta más de la crueldad e impunidad con la que se mueven los militares en el poder y sus cómplices civiles.
“A veces, como prisioneros de guerra, los ingleses nos trataban mejor que nuestros superiores”, aseguraron en diversas ocasiones los ex combatientes, de los cuales muchos padecieron torturas por parte de los jefes militares argentinos en las islas.
Pibes. Eran eso: pibes. Muchos del interior olvidado, hambriento, inocente. Y los llevaron a una guerra, los aislaron de la solidaridad del pueblo y los transformaron luego en locos, mendigos, suicidas…
Muchos dicen que ellos, los que sufrieron, murieron y son sistemáticamente olvidados por gobiernos de turno, nos devolvieron la democracia. Se afirma que a los milicos desgastados, ya no les quedó otro camino que llamar a elecciones.
Y así vino la presidencia Raúl Alfonsín, que murió el martes a las 20.30. Otra pieza más en este juego cronológico de la historia. La Presidenta desde Londres, en vísperas de otro aniversario del desembarco en Malvinas, decretó los tres días protocolares de duelo nacional. Tres días que impidieron realizar la jornada en la que los Ex Combatientes decidieron apaciguar la angustia convocando a un recital. Recital en reclamo de la soberanía de hoy y siempre sobre nuestros recursos, sobre nuestro futuro. Recital en el Monumento a la Bandera que defendieron, con el pueblo del cual los aislaron.
Pero no pudieron. El duelo nacional los obligó a encerrarse otra vez en sí mismos para recibir el recuerdo del día que les cambió la vida. No hubo bandas, ni reclamos. No hubo aplausos ni acompañamiento. Un vez más, los ex combatientes de Malvinas sufren las insensateces del gobierno de turno. Hoy por el supuesto padre de la democracia, los hijos de la dictadura quedaron otra vez solos, viendo como el reloj marca la llegada de un nuevo dos de abril. No hubo recital. No hubo pueblo. Hubo duelo. Y no por ellos.
Por Sofía Alberti
Foto: Indymedia Rosario
Suscribirse a:
Entradas (Atom)