Que enorme sensación de soledad y silencio infinito nos deja tu partida. Viniste a ofrecer tu corazón y nos dejaste hasta la última gota de su sangre. Tu voz no se apagará jamás, en nuestros corazones seguiremos escuchando todas y cada una de las canciones que con la magia de tu garganta y tus sentimientos nos hiciste escuchar, emocionados, embelezados, deslumbrados. Cuando desarma y sangra nuestra vida, cuando con gestos de amor reconocemos en los otros a nosotros mismos, encontramos en tus canciones a aquella que trae un pueblo en su voz, a la que nos une y representa. Embajadora del sentimiento popular y genuino de todos que, como ella todavía cantamos.
Nunca te olvidaremos, negra querida, y por siempre…
Volará tu cóndor y el viento del sur
Soplará las alas de América azul.
Todo el sur, como un corazón, como un pan,
Subirá al cielo de un amanecer sin dolor...
Sube, sube, sube bandera del amor
Pequeño corazón
Y brilla como el sol
Y canta como el mar.
Marta Pascual
Nunca te olvidaremos, negra querida, y por siempre…
Volará tu cóndor y el viento del sur
Soplará las alas de América azul.
Todo el sur, como un corazón, como un pan,
Subirá al cielo de un amanecer sin dolor...
Sube, sube, sube bandera del amor
Pequeño corazón
Y brilla como el sol
Y canta como el mar.
Marta Pascual
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